domingo, 30 de septiembre de 2007

Carlos Berlanga. justicia poética


(Rescato aquí un texto de hace cuatro meses sobre Carlos Berlanga, escrito con motivo del quinto aniversario de su muerte).


Podríamos empezar en 1977, 1978 o 1982. Tres fechas históricas en la crónica de la Movida: Kaka de Luxe, Pegamoides y Dinarama. También por el final, el 5 de junio de 2002, cuando Carlos Berlanga murió tras una larga enfermedad hepática. Pero lo haremos en 1990, el año en que rescató a Buñuel para publicar el primero de sus cuatro discos en solitario; una carrera de aciertos e incomprensiones que sólo a última hora, cuando ya era demasiado tarde, hizo el amago de cambiar su suerte.

Ahora, cuando se cumplen cinco años de su muerte, todo suena a jugar con ventaja; por eso, antes de avanzar más líneas, toca mover ficha: Carlos Berlanga es uno de los más certeros compositores del pop español. Seguramente también uno de los más incomprendidos. En 1990 aparecía como invitado en “Con las manos en la masa”, el gastronómico programa de la Vainica Doble Elena Santonja. Entre fogones presentaba su primer disco en solitario, después de poner fin a una etapa, la de Dinarama, mientras Alaska y Nacho Canut empezaban con Fangoria. Tomó el nombre, “El ángel exterminador”, de una de las películas clásicas de Luis Buñuel. Él, que era hijo de otro hombre de cine, Luis García Berlanga; que había aparecido, como tantos otros, en “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”; y que hasta diseñó el cartel para “Matador”, de Pedro Almodóvar.
Era un álbum que, tras una producción descafeinada, escondía una indisimulada mala leche. Eso sí, sin perder las formas; despellejando con elegancia (“En el volcán” es el mejor ejemplo) en un momento en que las relaciones con sus ex compañeros casi acaban en los tribunales. Salió en la tele, hizo directos, sonó en las radiofórmulas, reclutó a Miguel Bosé en “El verano más triste” y a la postre fracasó en su venganza. Tenía 30 años y mucho que decir, pero no se enteró casi nadie. Era un trabajo irregular que con el paso del tiempo ha ganado enteros. Demasiado tarde. Rafa Cervera dejó escrita hace unos años la que quizá es la mejor definición de Carlos Berlanga: “El esteta en el laberinto”. Le venía al pelo. Y sin perder la compostura, siguió a lo suyo: componiendo para otros, poniendo música a la serie de televisión “Villarriba y Villabajo”, y sobre todo perfilando el que sería su primer gran triunfo, de nuevo ajeno al gran público, el que justificaría todas las comparaciones: Edwyn Collins (Orange Juice), Neil Tennant (Pet Shop Boys), Stephin Merrit (The Magnetic Fields), Antonio Carlos Jobim y muchas otras. Un dandy en toda regla, la reinvención del rey del glam y sin quererlo también el padre de toda una generación que va de Parade o Dar Ful Ful al movimiento Austrohúngaro. Quién se lo iba a decir. “Indicios” es el disco. Uno de los dos imprescindibles en el pop español de 1994; el otro es “Un soplo en el corazón”, la primera y única entrega de Family, con la que han ido creciendo las coincidencias, que no casualidades. La última y más significativa fue la versión que Fangoria hizo de “Carlos baila” en el homenaje al grupo de Javier Aramburu, cuya letra parecía escrita para este crooner vencido por la timidez. Eterno aspirante a la fama y a la vez enemigo de los conciertos, mitómano de gustos diversos, artista plástico y también danzante impenitente. “Indicios” fue el disco, sí, pero no el éxito, a pesar de que contenía todos los ingredientes para haberlo sido.
Luego llegó la reconciliación: “Vía satélite alrededor de Carlos Berlanga” recompuso las relaciones con Alaska y Nacho Canut, que intentaron llevarle a la felicidad por la electrónica en un disco que participaba del hedonismo made in Fangoria, aunque sin enganchar como el anterior. Lo que no cambiaron fueron las ventas, que le siguieron dejando en un terreno underground del que, pese a todo, tampoco tenía mayor interés en salir. Pose, autosuficiencia o constatación de una realidad, que cada uno piense lo que quiera: justicia poética frente a la indiferencia. Otra vez un prolongado paréntesis de cuatro años y por fin la segunda obra cumbre: “Impermeable”. 35 minutos para sentar cátedra. Ibon Errazkin (Le Mans) pone su granito de arena con una producción delicada y casi transparente, envolviendo las canciones en papel de celofán. Decenas de preguntas, melodías de seducción, la canción que la ley del matrimonio gay nunca tuvo (“Vacaciones”), incorrección con traje de seda y una estrofa que sólo unos meses después se convertiría en epitafio: “Estoy aislado, impermeabilizado; estoy cerrado al mundo que me ha traicionado. Ya no quiero sufrir más”.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

de nombre público



Como la mítica discoteca de Mostenses (qué noche la de aquel año), pero en prensa: de nombre público. Hoy, 26 de septiembre, ha salido el primer número de “Público”, el periódico de Mediapro, Clarín, La Sexta y demás que se supone va a hacer temblar los cimientos de El País. Mira que me extraña. En primera, el hombre que abortó la tregua, y en la última los deportes. Por lo demás, progresista, con supuesto aire juvenil, color por los cuatro costados y diseño aseado que no supera al de El Periódico de Catalunya. Total, que tampoco hay para tanto, aunque pongamos que le doy un mes para ver cómo van las cosas.

Y en tan magno día, la RAE ha aceptado términos como “flipar”, “ADSL” o “SMS”, lo que supone un verdadero descanso. Siempre atentos a la actualidad los académicos, cómo son. Pero con su bendición desde luego que cambiarán las cosas. Gran trabajo.

El Barça gana sin Ronaldinho, el Atleti sin Torres, Torres marca de tres en tres en Liverpool, el Real Madrid aguarda, McLaren dice que tratará a todos los pilotos igual, Sneijder juega mañana, Valverde corre el Mundial (y lo gana y se lo quitan, verás), y por lo demás sin cambios.

Visto / Oído: “Cada vez que en compre un iPod la SGAE se embolsará 3,5 euros”. En su línea.

Acumulo retraso en el curro, pero mañana es el día, no queda otra. M ve “Kyle XY”. Yo no. M ve “El Hormiguero”. Yo paso. Mejor “El Intermedio”, aunque hoy hay fútbol, que sigue en guerra. Hoy voy a empezar “Nocilla dream”. Hoy voy a escuchar TV People. A porque B. Sin pelos en la lengua. Conversaciones para guardar. Tenemos vaporetta. 10.00: camisa en Leño. 10.15: recogida de podas. 20.00: socialistas reunidos (jamás serán vencidos, salvo en Madrid). Y entre tanto: hola / hasta mañana (también Ian Curtis, Lisboa, DM, Dylan, el trabajo, lunares blancos). Nos vemos. Lgf. G ©. Los peces siguen bien, Tricky también. M dice que tiene una dioptría (yo gano, como el sello).

Termino:

“- ¿Has vuelto a leer algún libro de Raymond Carver?
- ¿Leer? No, no leo, no (se pone a reír inesperadamente). Veo muchos DVD’s.”.

(Entrevista a Daniel Johnston, RDL 231)

bon apetit


Bueno, va a ser que le he cogido el gusto a lo del blog después de tantos meses. Hasta me ha entrado hambre, así que ahora, sobre las 24.30 horas, me como una palmerita de chocolate, un vaso de agua, y sigo en plan gastronómico, dando paso a un menú ideal resumen de cenas, comidas, vacaciones y experimentos.


Entrantes:
- Carpaccio de gambas (en el Hontoria de Villanueva del Pardillo).
- Pulpo a feira (un bar en la plaza principal de Cambados o bien en otro cuyo nombre no recuerdo en la calle laurel de Logroño).
- Interpretación de huevo frito (Amets, en San Lorenzo de El Escorial).
- Dim sum variado en el asiático del Casino de Torrelodones (y mejor si es gratis).

Segundos:
- Arroz con bogavante (restaurante en el puerto de Porto Colom, en Mallorca).
- Pixin (en Celorio, concejo de Llanes).
- Cabrito asado (en el restaurante El Titi, en Basureu, concejo de Nava).
- Cordero patagónico (Calafate).

Postres:
- Arroz con leche (Asador Los Caños, en Guadarrama).
- Gazpacho de piña (restaurante El 5, en Carcassonne).
- Queso la peral (ligeramente picante).
- Sopa fría de mango con peta-zetas (creación propia).

Vinos:
- El Vínculo (Bodegas Pesquera).
- Tilenus (D. O. Bierzo).
- Blanquette de Limoux.
- Martín Codax (Albariño).

La cuenta depende de las combinaciones, pero para una ocasión (o dos), merece la pena.

martes, 25 de septiembre de 2007

suso says

“Madrid se ha hecho un poco vieja. Es una ciudad que no duerme, pero que cotillea poco, por lo menos culturalmente. Es tirando a clásica. Pero tampoco soy derrotista, creo que algo puede cambiar”.

Suso Saiz, en el reportaje "Vanguardias", publicado en MondoSonoro en marzo de 2007.

pop (hablamos. besos)


“Miramos aburridos por el ventanal”, aunque la estrategia del tedio, en este caso, sea mía en exclusiva, sin acompañamiento.
Cumplo con un ritual que me lleva a buscarte saliendo del metro cuando apenas pasan unos minutos de las siete. Cambian los actores secundarios, pero el escenario siempre es el mismo. Pongo un cd.
Hay canciones para llorar, para reír, para acudir a un funeral, para celebrar una boda; hay canciones de cumpleaños, por supuesto, igual que hay canciones sin fecha de caducidad; otras que encajan en abril, temas que escucharías de manera obligada en un viaje a Nueva York, o atravesando Portugal en coche; canciones en estado de coma, canciones sobre asesinatos -estoy pensando en Nick Cave-; canciones para los días de vino y rosas, canciones que hablan de Madrid, San Francisco, Vigo, Barcelona, París, Chicago, Londres, la vía láctea y más allá; música hecha bajo el influjo de las drogas, música para consumir drogas, canciones para una noche de verano, canciones para una noche; música de medianoche y música con la que amanecer (“mejor si es acompañado”); canciones para exaltar la amistad, para decirte eso que no me atrevo a decir; para leer a Kerouac y luego a Burroughs y más tarde a Cortázar; música para bailar un vals abstracto, un-dos-tres, un-dos-tres; canciones de la edad de oro y de la edad tardía, música para adolescentes, canciones desde el norte (Nacho Vegas y Nick Drake) y temas para hacer la revolución; canciones en tiempos de desastres y canciones en los días de la furia; la canción de amor definitiva y la última canción; temas para bailar y bailes de salón, un tango, una aventura, un bolero, un drama, el folk del siglo XXI, el tecno pop del siglo XX, música para las masas, una canción para los dos, nuestra canción. “Me muero por tener algo contigo”. Hay canciones y canciones. Y en alguno de estos grupos, o en otro, está la de este momento.
Entonces sonó el teléfono. (¿Fue así?) “Fotogramas del delirio entre tú y yo”

- Adiós.
- Hablamos. Besos.

Sólo fue un momento. Te busqué de nuevo tras la ventana, con la inquietud de que hubieras pasado por delante en este breve lapso de tiempo (un minuto, a lo mejor dos). La música volvió a cobrar protagonismo: “Miramos aburridos por el ventanal, para inventar otra vida en la misma ciudad”.

hecho, es simple


Las apariciones en directo de Grabba Grabba Tape y Margarita, en este caso presentando el split “Tirando bombitas”, van camino de convertirse en un acontecimiento, haciendo justicia a su definición: hecho importante que sucede. Es un hecho y, como dirían los de 7 Notas 7 Colores, es simple. Sin trampa ni cartón. Incluso los disfraces de GGT forman parte del atrezzo sin que haya que hablar de ellos más que de la música. ¿Los Morancos imitando a Daft Punk? Sí, playing in my house, como LCD Soundsystem: intensos, bailables, sudorosos, pero más marcianos, más bizarros, más gamberros. Olvida lo de menos es más; en los directos de GGT todo suma, y éste de Siroco no fue una excepción. Un pogo contagioso y mutante, tanto en los temas nuevos como en los del imprescindible “Kart Kobaya…”. Y lo mismo con Margarita, desde otro ángulo: punk más ortodoxo, contundencia y una arrolladora sección rítmica. Del material que publican ahora con Holy Cobra Society el concierto dejó constancia de que, como en el cerdo, todo se puede aprovechar, con un infeccioso “Ploc finger ploc” a la cabeza del bombardeo. Un acontecimiento, decía al principio. Todavía más, un milagro: cosa o suceso extraordinario.