domingo, 16 de diciembre de 2007

arruinarse la vida (y algo sobre la educación y algo más sobre la tele)

Bueno. El titular es éste: "Un guardia civil mata a su ex pareja porque ésta le había denunciado". Y el comentario de mi tía (que dicho sea de paso no es santo de mi devoción) cuando escuchamos la noticia en medio de una comida familiar, este otro: "Ahora empezarán a decir que si es que los guardias civiles no tienen que tener el arma reglamentaria en casa". Y luego: "Vaya manera de arruinarse la vida". Supongo que, bien visto, la única vida arruinada es la de la mujer (y de paso la de su familia); en cuanto al tío (guardia civil o no), lo mínimo es que se pase unos cuantos años (más de los que le caerán) en la cárcel.
Me da reparo hablar de estas cosas, pero la ingenuidad hace que me siga pareciendo increíble que se pronuncien frases como esas, y más cuando una de sus hijas (de mi tía, quiero decir) es juez titular en un juzgado de violencia de género. Pero claro, aquí llega lo siguiente: "Bueno, es que anda que no les llegan denuncias que son falsas, que sólo denuncian para sacar dinero y quedarse con la casa; pero tienen que dar prioridad a todo eso, claro". Vale, pues venga. No digo yo que no haya casos, que los habrá, pero creo que si entre todos los que tratan se logra hacer algo para evitar una muerte más (van 71 este año), una paliza, un golpe o una amenaza, pues bien habrá estado empleado ese tiempo. Y, en todo caso, si hay denuncia falsa, la justicia tiene mecanismos para corregirlo, así que tampoco estaría mal que se empleara en eso en vez de hacer juicios de valor superficiales, ridículos y, como en este caso, fuera de sitio.
Pero para eso todavía debe quedar tiempo. Soy escéptico con las campañas de concienciación, con las concejalías de Igualdad, con los planes de igualdad, con las leyes de igualdad y con la igualdad misma si al final no es algo que empieza por cada uno y después de las palabras lo dejamos ahí y que sea otro el que se lo aplique, que al fin y al cabo yo no hago nada malo si levanto la voz, si te digo que no se te ocurra salir, si te empujo y te digo que me perdones luego y una semana después te vuelvo a empujar con renovadas fuerzas porque allí sigues, a mi lado.
Me parece algo tan grave y sobre todo tan personal, porque cada uno puede tener encerrada una historia más allá del juego de las apariencias, que frivolizar con eso (también con otras cosas, y no seré yo el que diga que no lo ha hecho) me parece, por lo menos, fuera de lugar.
Para terminar con esta parte sólo se me ocurre rescatar una frase de la canción "El enemigo en casa", de Nosoträsh: "Para escapar de él, me duermo... / pues hasta el momento / no sabe entrar en mis sueños". Ojalá que cada vez menos mujeres tengan que soñar despiertas.

Segunda parte, y sigo en clave social: hay que tener valor para decir que en educación no estamos tan mal como dicen los datos del informe Pisa. ¿De verdad alguien se lo cree? ¿No será mejor callarse que tener que defender lo que a mí me parece indefendible? ¿Por qué son tan malos nuestros políticos? Astrud, en una de sus canciones, decían: "Qué malos son nuestros poetas". Y por ahí caían Gimferrer, Góngora, Quevedo, Jorge Manrique, Lorca, Becquer, Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz, entre otros. Allá ellos quienes se lo tomen en serio. Lo malo es que a un porcentaje de estudiantes de Secundaria más alto de lo que pensamos lo más seguro es que la mayoría de esos nombres no les suene de nada o, si acaso, como decía un chico en la tele, tomen a Azorín (o a Quevedo, vete a saber) por presidente de la República. Lo que decía: los que son malos de verdad son nuestros políticos, incluidos los que llegan de rebote; en su caso, son malos por contagio. Le pasó a una profesora mía bastante regular de Teoría de la Comunicación, que apenas supo hacer que nos moviésemos una línea del libro de cabecera (un pestiño). El caso es que acabó como directora general de TVE y prometió cambios y una televisión pública verdaderamente de calidad: meses después llegó "Mira quien baila", luego se contrató (vale, lo hizo una productora externa) a Carmen Martínez Bordiú como bailaora, más tarde se acabó con un programa musical potable como "iPop" -en La2-, los informativos siguen cayendo, la Primera estrenó una serie con Arturo Fernández como protagonista, "Días de cine" continuaba su baile por la parrilla, los anuncios volvieron a "Versión española" y se empezaba a perfilar la serie de Concha Velasco inspirada en el mundo taurino (supongo que para compensar que en todo este año no se haya retransmitido ni una sola corrida). Hay más cosas, pero paso de hacer memoria, que me canso y no me pagan por pensar, que básicamente debe ser lo que les ocurra a los jefazos del Ente, que cada vez hace más honor a su nombre, convirtiéndose en un bodrio del que difícilmente se puede salvar algo. Bueno, el otro día programaron, supongo que por error, "Mystic river".

A todo esto: leo esta mañana en un magazine dominical que los críticos eligen como mejor película (de todos los tiempos) "Sin perdón", de Clint Eastwood, mientras los lectores en general se decantaban primero por "Lo que el viento se llevó" y luego por "Brokeback mountain", que a mí me parece una película totalmente sobrevalorada (poco más que un drama lacriomógeno de los de la sobremesa de Antena 3, aunque con el toque gay como elemento diferenciador). Aquí va mi top cinco, que puede ir alternando según días: "El Padrino I", "El Padrino II", "Blade Runner", "Bailar en la oscuridad", "Apocalyse now" y "Con la muerte en los talones".

Y una cita para despedirme: "La vida ya nos obliga a tomar en demasiadas ocasiones decisiones definitivas. Deberíamos tener la sensatez de evitar tomar las que no sean estrictamente necesarias siempre que nos sea posible". (Leslie Oastler a Jack Burns en "Hasta que te encuentre", de John Irving).

1 comentario:

Anónimo dijo...

NAVIDAD.Tiempo de amor, de felicidad, de buenas intenciones, de criticar a la familia, de comidas y cenas de empresa donde nos ponen a parir en cuento nos damos la vuelta...ese es el verdadero espíritu si señor.
Yo tampoco estoy de acuerdo con esos comentarios de tu "santa tía", pero que le vamos a hacer cuando solo hablamos y hablamos sin pensar en lo que decimos, y nos encanta escucharnos.
Pero creo, a pesar de todo esto que deberías dejar de escuchar a Nacho Vegas y a su familia, que llenan tu vida de "positivismo", y centrarte en otro "cantantes" y espectaculos como los que aparecen en el programa de la primera, con los que te pegaras por lo menos un tiro en la sien.
Besos y FELIZ NAVIDAD.
Tu chica con gafas