En resumidas cuentas: 2007 se acaba dentro de poco más de nueve horas. Punto y seguido. Doce campanadas. Las doce uvas. De pequeño tomaba rodajas de plátano, luego llegaron los gajos de mandarina y también probé con las aceitunas (sin hueso). Y ahora, que me he vuelto mayor, ya estoy con las uvas, aunque tardo lo mío: debo terminar a y cinco del nuevo año, o algo así.
Aunque esta vez debería probar con galletitas saladas. Es decir: Les Biscuits Sales. Y cantar como ellas. ¿Lo digo? (Voces asaltan mi cabeza: "dilo!!!"). Pues sí: si fuese chica y no chico (o chico y chica, ya puestos), quisiera ser galletita salada para decir: "No me pongas tu capullo delante, capullo, / te lo arranco con los dientes, / no soy tan fácil, dime algo que me guste, / enséñame tu lado oscuro, / y si no se te ocurre nada, / pon esa lengua torpe entre mis piernas y hazme sonreír".
Pero voy a ser un chico fino y me olvido de esas cosas en esta cuenta atrás hacia 2008, que por lo pronto va a ser distinto a este año que termina básicamente por una cuestión numérica: tiene 366 días y no 365, lo que puede ser fabuloso si las cosas van bien o una putada si van mal. Esperemos que lo primero. Eso que no quede. En la sección supersticiones, no me voy a poner nada rojo, aunque sí hemos colocado en la entrada una ramita de muérdago para atraer la buena suerte. Ya veremos luego.
Iba a hacer un resumen de 2007, pero el caso es que me aburre lo de recordar, así que hago un resumen del 30 de diciembre de 2007, que ya es algo: me levanto tarde, con resaca (ay, se alargó la noche, y eso que me había puesto en lo peor) pero de buen humor; comemos cocido (soso, por cierto), M se echa la siesta, yo no soy de siesta, nadeamos en el sofá, nadeamos en general, echamos a cara o cruz si salimos para ir al cine a ver "American gangster", sale cruz, que es que no, así que nos quedamos en casa, cenamos nachos y jalapeños, vemos la tele, un capítulo de "a dos metros bajo tierra" y nos decimos que nos queremos y esas cosas hasta que M se queda dormida y a mí me dan las tantas trasteando y leyendo. Bueno, no es emocionante del todo, pero es una buena tarde de domingo, mejor que la de 2006 por estas fechas además, que ya que he puesto a recordar, me acuerdo. ¿Te acuerdas? ¿Te acuerdas del sexo, del primer concierto...?
El domingo también escuché Hidrogenesse y su "Así se baila el siglo XX", canción total ideal para despedir el año (ya que no el siglo).
Iba a decirte todo lo que siento... pero para no liarme, lo dejo a la imaginación.
No ha sido un mal año; podía haber sido mejor, claro, pero es lo que hay. Y en el resumen de futuros episodios precedentes, aquí va 2008: en enero nada claro todavía, salvo los Reyes y mi esperado libro con las letras de Dylan; y el cumpleaños de M, of course; en febrero un par de cumpleaños, bastante frío y alguna nevada, que en algún momento tendrá que llegar la nieve; en marzo, Semana Santa y algo más, seguro (una entradita para The Cure, Luis... por favor); en abril quizá el concierto de Hombres G en el Palacio de los Deportes (M me obliga, quede claro); mayo es el mes de María, como decían en el colegio, así que iré con flores a María, o a Atze; hay puente pero no saldremos; junio: toca boda en Ponferrada, así que viajecito al canto, y fiestas de San Bernabé, a la puerta de casa; julio: fiestas en Villalba (otro año que no iremos), fiestas de mozos, casados, solteros y viudos (cómo somos de mantener las tradiciones en mi pueblo, da gusto), bastante trabajo y la perspectiva de un mes de vacaciones; agosto: pues eso, vacaciones. Y este año quiero playa, aunque sea un poquito. Según avanzaba 2007 hemos ido bajando pretensiones al mismo ritmo que subía el euríbor: primero Tokio, luego Nueva York, en algún momento Chile, más tarde nos quedamos en Córcega, pensamos en Cannes (pero sólo por la canción de Carlos Berlanga), Biarritz, y ahora estamos (o estoy, que a M le da pereza pensar en vacaciones a ocho meses vista) entre Asturias y Girona, pero a este ritmo veo que dentro de un par de meses hemos optado por volver al apartamento de sus tíos en Torrevieja. Oh , cielos, otra vez no. Pienso en Torrevieja y me viene a la cabeza "El Caso": crimen en Levante.
En algún momento iremos a la Expo del agua en Zaragoza, con gastos pagados, eso sí. Y mucho deporte la tele, que es año de Juegos Olímpicos. Sigo: septiembre es mi mes; séptimo aniversario del 11-S (parece mentira que haya pasado tanto tiempo; todavía recuerdo cómo vi el primer avión estrellarse contra una de las torres gemelas en decenas de televisores del Carrefour de Los Valles, y de ahí a un día agotador; y recuerdo la tercera de "Abc" del 12-S: "La tercera guerra mundial". La batalla ahora se libra cada día). El 12 cumplo años, así que espero regalos, que el materialismo puede conmigo en estas situaciones; en octubre tengo otro cumpleaños que espero con ganas, y tengo también puente, pero no creo que salgamos; de noviembre lo mismo, con más frío; en diciembre ponemos el árbol de Navidad y demás adornos en el puente de la Inmaculada y la Constitución (tampoco salimos), llega la Navidad, el cumpleaños del 26 (el mismo que el sábado me dejó con resaca), las cenas y comidas múltiples, las conversaciones sin sustancia y todo eso. Nada nuevo y cada año distinto. Otra vez el champán y las uvas y el alquitrán (Mecano dixit). Así que en breve nos vemos por aquí. Feliz año.
lunes, 31 de diciembre de 2007
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1 comentario:
QUE CONTUNDENTE AÑO,,,,ME GUSTÓ EL CARA Y SELLO,,JUGARÉ MÁS AL CARA Y SELLO, ,,,
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